1200 metros (borrador)

Detenido un instante por mis sórdidas ideas contemple la fiesta ante el sol de la tarde, claro, majestuoso, enmarcado por un cielo casi azul verdusco (una coloración bastante extraña si me detenía a mirarlo fijamente) en mi abulia nombre tres mesas y vi ordenadamente sentados a mis primos por rango de edad, sus vástagos fungían como signos de puntación entre silla y silla.

Se vuelve divertido pensar que hace un par de años me dedicaba los fines de semana a cuidarles, en ocasiones las fiestas servían de patíbulo para mis sobrinos(as).

Camino entre las mesas saludando a mi familia

-Vainilla! >dijo mientras extiendo los brazos y me inclino un poco- ¿Cómo estás?

-Chocolate> responde Julieta, mientras me abraza por el cuello y me saluda de beso- ¿Bien y tú?

-Digamos que solo bien, ¿tu hermano?> pregunto mientras veo sus delgadas piernas, parece ahora que ha pasado una eternidad cuando la veía agarrada de los inflables mientras se lanzaba al vacío pero a fondo conocía la textura del pasto.

-Sentado con Luis> responde al tiempo que ve a Angélica y con movimientos de cabeza sigue la conversación que mantenía con ella en el momento de mi arribo.

-Voy a saludarlo> -Esta bien> me dirijo a la mesa próxima, veo como montañas las siluetas a contra luz- ¡hola!> pronuncio mientras extiendo el brazo y recuerdo a Muhech cuando emula el saludo de las niñas emperatrices de los concurso de belleza (es increíble que se pueda sintonizar eso en televisión) y la imito, risas cómplices surgen de la garganta de Claudia, lulú me corrige a la distancia en el modo correcto de dicho saludo, divertido la imito…
Continúo mi trayecto veo a mi sobrino entre...


Camino por el pasillo, subo por el cubo de las escaleras, ando por el blanco pasillo que se expande y torna en una sala de casi blancas vestiduras, de aire ochentero, el tono chocolate delimita la parte interior que se sujeta al piso con patas curvas de acero inoxidable, el marco translucido tras el sillón más largo me recuerda el majestuoso sol de invierno, las casas de enfrente me recuerdan a este, cuando sale por las montañas matutinas del Valle.

Una ligera perturbación del sueño estival me habla al oído, casi me hipnotiza el cono volcánico que al viento lanza material en tres direcciones como fuegos de artificio, el cielo cambia rápidamente de colora morado, ocre y rojo, un hecho casi extraño(pienso mientras doy media vuelta) veo a mi hermana con su esposo, tomados de la mano mientras contemplan el espectáculo cuchicheándose.
-¡Mama!> grita mi hermana tratando de contener su espanto


Sonidos extraños provienen de la calle, camino con sueño por el pasillo en dirección al cuarto de mi hermana, entre tanto me tallo el ojo izquierdo, abro la puerta, me parece una alucinación los que veo pasar a través de las 4 ventanas (dos dan de cara al norte, dos más al oeste) partículas verdes que acompañan a una mayor cantidad de partículas guindas, marrones y moradas, pasan por el vidrio cerca de la mitad del mismo para caer al pesar tanto como el plomo, a eso le llamo densidad. Hay algo más que llama mi atención, hay partículas del mismo tipo y coloración que pasan por los muros norte y oeste pero estos pasar casi al ras del techo y desaparecen al pasar por este.
Por un momento parece que no todas las partículas caen, veo suspendidas en el aire partículas m, el instinto me dice que al abrir las ventanas se despejaran, me agazapo y repto hasta cada una de las ventanas contando los segundos que tardan en pasar para evitar ser tocado, un extraño cosquilleo inunda mi pie, en la segunda ventana, al llegar a la cuarta ventana la abro y volteo a ver si mi teoría es cierta… me equivoco y un sabor metálico me invade, un peso enorme inunda, siento como pierdo la fuerza, con las últimas fuerzas repto y me agazapo fetalmente en un rincón.


Los vecinos que habitan en la acera frente al lado oeste salen ruidosamente -¿Qué pasa?> pregunto mientras veo a mi madre en su cama como borracha de sol, mi padre duerme de lado, me aproximo a la venta que se encuentra en el muro este (es un ventanal que abarca casi todo el muro pero tiene divisiones casi individuales) la abro y veo al vecino, con toda su familia, su casa tiene un característico café ocre en los muros, detalles en café capuchino, el zaguán abierto de par en par mientras cargan sus pertenencias en el Ford Focus negro, lentamente le reconozco, veo a su hija mayor (la cual pone cara de what? cada que me ve) en la acera de mi casa, cambio de dirección y observo por un instante a su pedante y atractiva esposa junto a su camioneta negra. -¿Qué pasa?> le pregunto, recapacito en mis modales. –Buen día vecino, ¿qué pasa?> parece q solo escucho la primera pregunta.
Mi padre se ha levantado instantes antes, abre la ventana, se asoma y dice: -Buen día> con un ojo casi cerrado y sujetando la ventana. -Sucede que… > Mi madre se despabila mientras se levanta y mira a través del muro cristalino -Buen día también> responde el vecino- sucede que han anunciado que Nueva York está bajo 1200 metros de agua>

– Pues sí,> grita mi madre tratando de interrumpir - ya ve que ayer> al gritar se da cuenta que no la escucha pues este hace un gesto de interrogación, mi madre cae en cuenta que tiene la ventana cerrada, la abre.
Parece que el calentamiento global se ha venido con todo, pienso mientras escucho al vecino.
-Ya ve cómo se siente la humedad, antes teníamos clima seco y húmedo, de hecho están lo primero que están recomendando es que uno se bañe y ya sea mientras o después que se corte, se rasure, vamos las medidas higiénicas pues, > pareciera una alucinación la que viví ayer al ver el cono volcánico, veo que el vecino mira a mi padre mientras le cuenta los hechos que sabe, miro lentamente por el perímetro noreste de la propiedad del vecino, mis ojos continúan su trayecto dirigiéndose un poco más al norte, hacia la calle que delimita nuestras casas por el norte, hay un resplandor en el pavimento parece el reflejo del sol en el agua, parece que los muros del valle nos han salvado, pero no creo que resistan mas, solo estábamos a 1150 metros sobre el nivel del mar…


Comentarios

Anónimo dijo…
Hola caramelito de menta

Antes que nada quiero decirte que escribes maravilloso pero este relato en particular me encanto, creo que se sitúa entre la realidad y un sueño mezcla de fantasía y de pensamientos abstractos.

Espero que tu fuente de inspiración este siempre contigo y que las palabras correctas para expresarte te acompañen siempre.

Besitos y abracitos

Adrianita bonita

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