Aun te busco las estelas de menta.

-De verdad sabes, me gusta mucho lo que escribes, cuando lo haces pienso en una mañana radiante, gracias por todos tus detalles, el dibujo no me lo esperaba, jamás me habían hecho uno- pronuncia mientras lentamente se ruboriza, de modo que solo se percibe un delgado tono rosado.

El viento mece su cabello, su aroma es mas perceptible, con el dedo traza sobre el muslo círculos, suaves, delicados constantes, mientras mira al frente como distraída, por instantes parece que le mira de reojo, observa sus reacciones, como cambia de postura, como con una mano lanza una piedrita a la distancia, por reflejo ella sigue la trayectoria, Alex se acerca a su oído y como un susurro le dice: ocres sombras se acercan, trazan figuras sin más, como claras bailarinas al compás de una orquesta de velas que interpreta a Schubert, así te pienso cuando respiras, así te siento cuando caminas, así te anhelo cuando animas tu vientre de paloma a trazar la distancia no la más distante, si no las profunda y fría- dijo mientras mira los muros tapizados de enredaderas- no hay distancia que me ampare, ni correa que me distraiga…como sombra el silencio se hizo presente matando los trinos hasta dejar solo el sonido de sus corazones, cada bombeo en un su eco se convirtió, como una orquesta que se multiplica y contrapone en secuencia de cantor« ya no importa» ella pensó.

Comentarios

Unknown dijo…
Qué bonito, escucho la música en mis oídos a la vez que me recreo en tus letras.

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