El sonido matinal se demora en las esquinas,
fluye por los contornos revolviendo el aire,
con paso ligero se apodera de los reflejos,
la sombra se retrasa,
se enreda en hojas de palabras divinas,
en navego pero no se si voy o vengo,
y en el denuedo te siento como a la hojarazca,
que ya no se marchita en el recuerdo constante de la conciencia.

Comentarios

Gabii dijo…
Maravillosos versos he leído , continuas fascinándome , me sorprendes con tus palabras , es genial .

Un beso , y gracias por pasarte , se te echaba de menos

^^
Unknown dijo…
Todo se supera, jejeje, pero no sin dejar su recuerdo amargo que aunque ya no se marchita, piensas que algún día se marchitaba...

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